Datos personales

Abogado egresado de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Especialista en contratación pública. Asistente de Vocal en el Tribunal de Contrataciones y Adquisiciones y abogado de la Gerencia Técnico Normativo (GTN) del CONSUCODE (ahora denominado OSCE). Abogado de la Oficina Jurídica y Jefe del Área de Procesos Públicos del Ministerio de Educación.

domingo, 1 de julio de 2012

LA GANANCIA EN UN PROCESO DE SELECCIÓN


En una reunión se me planteó el siguiente problema: ¿Es posible cuestionar un valor referencial que no es atractivo? Para esto me precisaron que no es que el monto no permita una ganancia a la empresa sino que ésta – la ganancia – no era buena para todo lo que deberían pasar.

En pocas palabras se me comentó que el trabajo solicitado implicaban muchas prestaciones, muchas coordinaciones con sus proveedores, con un plazo de ejecución muy ajustado que cualquier retraso con éstos generaría una penalidad; con muchos riesgos de demora para entrega del adelanto, conformidad y posterior pago, sin considerar los problemas conocidos de almacenaje que tiene la entidad y que nunca se cancelan los intereses legales por las mencionadas demoras; y finalmente, la presencia latente de un arbitraje para solucionar los inconvenientes generados por interpretaciones raras, extrañas o incomprensibles por parte de la Entidad.

En ese momento se me vino a la mente los malos negocios, y no me refiero a las transacciones donde necesariamente pierdes dinero o te falla la proyección; sino en donde aún cuando ganes algo más de lo que te costó hacer la prestación queda la sensación de que perdiste totalmente.

Veamos un pequeño ejemplo. Viene un día una empresa y te dice, conociendo tu experiencia en el tema, que quiere contratarte para que protejas a una persona en otro país. La contraprestación es de  $ 10,000.00 mensuales. El traslado lo paga la empresa, pero la estadía allí te costará aproximadamente $ 3000.00; para  no estar totalmente ajustado gastarías $ 1,000.00 más; y mandarás a tu familia unos $4,000.00, por lo que ahorras $2,000.00. No estamos considerando ningún impuesto.

La empresa te explica las condiciones del trabajo: Primero, tienes que irte a un país árabe allá en el medio oriente, dominado por extremistas islámicos ultra violentos y que realizan atentados. Segundo, tienes que proteger al embajador de un país que es considerado enemigo por estos extremistas. Tercero, los atentados tienen una frecuencia diaria y son emboscadas y asesinatos con armas de guerra, así como también coches bomba en sitios públicos y privados; específicamente locales de los países considerados enemigos. Cuarto, la estadística de muertos es de 45% para los extranjeros, y de 55% si perteneces a un país que es considerado enemigo. Quinto, la estadística indica de los que regresan después de cumplir la labor, un 25% tiene una discapacidad física. Sexto, no hay protección asegurada en dichos territorios; es decir, los vehículos son normales y no están blindados. Séptimo, ningún nacional de los países considerados enemigos quieren ir a hacer este tipo de trabajo.

Vaya, con estas condiciones, no importa cuánto pretendan pagarme, puede que no sea rentable ganar la diferencia puesto que el riesgo que voy a asumir no vale la pena y lo más probable es que muera en el intento o regrese lisiado, con lo cual en ningún caso sería bueno para mí o para mi familia.

Y fíjense bien, no es que no exista una ganancia; es decir, utilidad la vería porque recibo más de lo que me cuesta hacer la prestación; pero lo importante es si la diferencia compensa todo lo que voy a tener que hacer, pasar, sufrir, estresarme y pensar en que algo malo ocurrirá; en las condiciones en las que me plantean las cosas. Peor aún, qué pasa si la empresa que te contrata te dice que todo está bien, pero tú en el fondo, con las investigaciones que haces, te das cuenta que en el papel todo es bonito, pero en la realidad no se cumple nada de lo que está escrito; justamente lo que pasa en el Estado Peruano cuando se realiza una contratación; la Ley se supone que te protege, pero cuando debe hacerlo, se vulnera de manera flagrante, incluso los muestran como algo normal.

Claro que contratar con el Estado no implica ese tipo de riesgo mortal, sólo lo puse para que comprendiéramos mejor el supuesto que se me había planteado.

Saludos a todos.

CIM

No hay comentarios: